Quiero con este artículo comenzar una nueva sección en mi Blog, la idea principal es compartir lecturas que han influenciado fuertemente mi forma de ver las cosas. La mayoría son libros que ya había leído hace varios años y dejaron una huella en mí, sin embargo su lectura reciente me ha permitido apreciar otras aristas que habían pasado desapercibidas.
Hoy quiero comenzar con Virginia Satir, tal vez una de las terapeutas de familia más influyente en la segunda mitad del siglo XX, sus aportes en la dinámica de la comunicación dentro de la familia son indiscutibles.
Me quiero centrar en un pequeño libro cuyo título en Inglés es “Making Contact” (Celestial Arts, 1976) y publicado al Español bajo el título “En contacto íntimo” (Editorial Concepto, 1979), tal como sugiere el título Virginia Satir explora el proceso del Contacto y lo define al comienzo de su libro. “ El estar en contacto no significa abusar de los demás y vivir feliz eternamente. Es el comportarse honestamente y compartir tus éxitos y problemas humanamente. Es la forma de mantener tu integridad, de alimentar tu creciente auto-estimación y, a la larga, fortalecer las relaciones tanto contigo misma cómo las personas que te rodean.”. En su poema Mis Metas se expresa lo anterior con mucha fuerza.
«Mis Metas
Quiero amarte sin absorberte,
Apreciarte sin juzgarte,
Unirme a ti sin esclavizarte,
Invitarte sin exigirte,
Dejarte sin sentirme culpable,
Criticarte sin herirte,
Y ayudarte sin menospreciarte.
Si puedes hacer lo mismo por mi
Entonces nos habremos conocido
Verdaderamente y
Podremos beneficiarnos mutuamente.»
Que diferente serían nuestras relaciones si nos diéramos un tiempo para darnos cuenta de cómo es nuestro proceso, y sin embargo nos empeñamos en evitar el contacto honesto, hemos aprendido a distorsionarlo, tanto el contacto con nosotros como con el otro. Recurrimos a nuestras “máscaras” o bolas de cristal y así mantenernos en una posición de contacto mal entendida en aras de un concepto de “poder” distorsionado.
Realmente solo necesitamos cambiar nuestra actitud y aprender nuevas habilidades personales. Virginia propone una herramienta sencilla para comenzar estos cambios, lo ha llamado las cinco libertades:
1.- La libertad de ser y escuchar lo que está aquí en lugar de lo que debería ser, fue o será.
2- La libertad de decir lo que uno siente y piensa, el lugar de lo que uno debería sentir y pensar.
3.- La libertad de sentir lo que uno siente, en en lugar de lo que uno debería sentir.
4.- La libertad de pedir lo que uno quiere, en lugar de esperar el permiso para hacerlo.
5.- La libertad de correr riesgos por tu propia cuenta, en lugar de elegir sólo lo que es “seguro” y no arriesgarse.
En resumen, ser sincero con tus sentimientos es la clave para poder hacer contacto y a partir de este acto mis pensamientos y acciones se corresponden, y este proceso es el que he descrito anteriormente como congruencia. La congruencia nace como un primer acto de honestidad emocional, y es a partir de este hecho que solamente es posible establecer una interacción honesta en donde se reconoce nuestra naturaleza. Un proceso que apunta a alimentar a nuestra creciente auto-estima, en un camino donde cada paso es una toma de contacto tanto para mi como para con el otro.
¿Cómo es tu contacto?, ¿Tomas consciencia de cómo estableces contacto con el otro?, ¿eres consciente de tus cinco libertades? Te invito a que te tomes un tiempo y te des el permiso de revisar de una forma honesta tu proceso de establecer contacto.
Gracias por leerme, te deseo un Feliz Día!
José Luis
Hola Jose Luis, muy bueno , muchas gracias
Gracias Rodolfo!
José Luis
Excelente. Gracias
Ana,
A Tí por leerme.
Un beso
José Luis
Muchas gracias Jose Luis por compartir tus pensamientos. Me sentí identificado con la referencia que haces a los libros que leíste en alguna oportunidad y que vuelves a leer de forma reciente y como te sorprendes el nuevo significado que cobra. Recuerdo que cuando era niño mi Abuela me regalo el libro titulado Juan Salvador Gaviota, el primer libro que compraba en el «circulo de lectores» , fue una lectura corta y amena que me inspiro a esforzarme por lo que quería lograr en mi vida. El pasado fin de semana tuve la oportunidad de leer el libro «original» de nuevo (casi 40 años después) y fue sorprendente como logre apreciar esas aristas que en su momento sencillamente no vi y una de esas aristas esta muy relacionada con el concepto de «Congruencia» que mencionas en tu artículo. Estaré atento a leer tu próximo aporte.
Estimado Diego,
Gracias por tu compartir tu experiencia, muy sentida y vital, además Juan Salvador Gaviota es todo un clásico de nuestro viaje interior. Releerlo cuarenta años después de tu primera lectura debe haber sido muy emocionante. La metáfora que me encanta para reflejar este tipo de experiencia es de Heráclito cuando se refiere a que nunca nos bañamos dos veces en el mismo rio, siempre cambiante, siempre fluyendo, por eso la experiencia del aquí y ahora es única.
Un saludo
José Luis
Keep the good work!
Hola Profe!! muy buena lectura, lo pone uno a reflexionar, impresionante me sentí nuevamente como si estuviera en un salón de clase escuchándolo nuevamente!!
Muy buenos recuerdos de sus clases de su persona y de sus grandes enseñanzas que hoy en día todavía nos enseña!
Realmente me ayudo y me gustó mucho esta lectura.
Hola Elizabeth,
Me encantan tus comentarios! Me traen muy gratos recuerdos! Además comentas que lo escrito te ha hecho reflexionar, y ciertamente empecé a escribir con el propósito por un lado de compartir mi experiencia y por otro que algo de lo escrito «resonará» con quien me lee! Espero poder seguir escribiendo y que lo escrito sirva para «despertar» el darse cuenta y el enfoque en el presente.
Un fuerte abrazo
José Luis
Que tal Brother, Interesante tus disertaciones, ambas me gustaron mucho. Un gran saludo. Juan Luis Velásquez
Estimado Juan Luis,
Gusto saber de ti y gracias por tus comentarios! Espero que los otros artículos encuentres algunos aspectos que te «resuenen» .
Un fuette abrazo brother
José Luis
Simplemente me encanta y realmente estoy tan sintonizada con lo escribiste que tengo que preguntarte: «Can you read minds?» jajajaja 😉
Me encanta como unes el articulo de Virginia Satir con tus reflexiones personales.
Inconscientemente he intentando vivir la vida bajo esas 5 verdades de Virgina, las cuales nunca habia enumerado ni analizado tan profundamente! Sin embargo, en esta etapa de mi vida estoy teniendo algunas dificultades con la segunda verdad, con la libertad de decir lo que uno siente y piensa, en lugar de decir lo que uno debería sentir y pensar.
En algunas situaciones me cuesta mucho trabajo ser congruente sin sentirme egoista, ya que para ser congruente a mis sentimientos o pensamientos siento que tengo decepcionar las expectaciones o deseos de personas que estimo.
Te parece posible alcanzar y mantener la congruencia en tu vida sin ser egoista? Es posible no danar emocionalmente de ninguna manera a las personas que uno quiere para alcanzar un estado de congruencia permanente?
Existe un estado de congruencia permanente o solo es algo temporal?
Un abrazo